Hoy os vamos a hablar de una experiencia diferente, nuestra visita a un acogedor parque temático, el Parque de Reina Sofía, en Ferrol.

Ferrol es un municipio gallego de la provincia de A Coruña ubicado en la orilla norte de la ría del mismo nombre que, junto con la ría de A Coruña y la ría de Ares forman lo que se denomina el Golfo Ártabro.

El Parque de Reina Sofía, está situado en pleno centro de Ferrol, separando los dos barrios más importantes de la ciudad, Ferrol Vello y el Barrio de la Magdalena, a medio camino entre el centro urbano, el arsenal militar y el puerto deportivo.

Es un parque urbano ideal para visitar con niños, con áreas de descanso e infantiles, en donde se puede encontrar entre otras cosas, una pista de baile, un estanque con una fuente del siglo XIX y un jardín didáctico del agua, también conocido como AquaCiencia. Pero sin duda lo que más nos gustó y llamó la atención fueron sus famosos inquilinos, esos coloridos y simpáticos pavos reales que dan carácter y calidez al parque.

Este precioso espacio reconvertido a parque que antiguamente era un huerto de frailes, hoy en día mantiene su esencia, principalmente por las zonas arboladas y los parterres de flores.

El parque tiene una gran plaza central conocida como pista de baile, donde actualmente se realizan diferentes tipos de actividades culturales. El día de nuestra visita, un caluroso día de agosto, en dicha plaza proyectaban una película al aire libre un poco más tarde, sobre las 20:30h, dentro de las actividades del programa de fiestas de Ferrol. Durante nuestra experiencia, a esas horas de la tarde, varias niñas y niños daban paseos en bici, disfrutaban de sus patines o jugaban a la pelota en medio de la enorme plaza.

Como elemento decorativo, aportando solemnidad y carácter, en otra de las zonas hay también una pequeña plaza con un estanque y una fuente del siglo XIX, la “fuente Wallace”. Esta fuente está rodeada de los bustos de ocho personajes ilustres de Ferrol y fue donada a la ciudad por el industrial y comerciante D. Juan Romero Rodríguez, quien la compró en la exposición universal de París de 1889 por un importe de mil reales.

AquaCiencia

Es en su parte superior donde, además de un restaurante con terraza para disfrutar de las vistas, se encuentra el jardín didáctico del agua, AquaCiencia, un centro didáctico con atracciones naturales para aprender jugando en donde estamos seguros que tanto pequeños como mayores pueden pasar un buen rato.

A la vez que paseamos por el extenso jardín, de unos 5.000 m², descubrimos el agua en toda su amplitud, la energía, las propiedades del agua y sus aplicaciones, a través de curiosas y divertidas actividades interactivas en forma de paneles, mecanismos o maquinaria. Entre otras puedes ver cómo funciona un reloj de agua egipcio, una noria de pedales, un ariete hidráulico para el transporte de agua de un depósito a otro o incluso desplazarte montado en un transbordador usando tu propia fuerza tirando de una cuerda para llegar hasta una pequeñísima isla con un faro en la denominada a “Lagoa do Faro”.

Al finalizar nuestro paseo y visita al parque fuimos conscientes de que tuvimos suerte por el día de la semana que elegimos y de poder acceder a este espacio porque los lunes, al igual que los domingos, tanto la cafetería como la zona de AquaCiencia permanecen cerrados.

Sus coloridos y simpáticos pavos reales

Si hay algo que caracteriza al Parque Reina Sofía, además de la multitud de especies vegetales, es la presencia de bonitos y entrañables pavos reales que vagan libremente por los jardines y suben a las ramas de los árboles. Nos resultó curioso ver cómo se elevan metros y metros de altura hasta alcanzar la cima de alguno de los árboles centenarios.

Estos animalitos conviven con palomas, gaviotas y otras especies de aves que habitan el parque. Es precioso ver cómo algunas hembras pasean tranquilamente cuidando de sus crías.

Pudimos ver cómo se pasean relajadamente en medio de la gente, pavoneándose, nunca mejor dicho, a sus anchas y haciendo alarde de algún que otro espectacular plumaje (particularmente en el caso de los machos).

Sin duda, descubrimos porqué este espacio es uno de los parques más emblemáticos de la ciudad y nos vamos con ganas de volver otro día para disfrutarlo a fondo.