La isla de Tenerife tiene visitas imprescindibles que hay que hacer aunque no le puedas dedicar mucho tiempo. Uno de los elementos más representativos y emblemáticos en la isla es el Drago Milenario en Icod de los Vinos, una planta de porte arbóreo que es la más grande y longeva que se conoce en el mundo dentro de su especie. Otra de las visitas debería ser Garachico, la pintoresca villa costeras donde uno de sus atractivos son sus piscinas naturales pero por culpa de un virulento oleaje que azotó la costa unos meses antes no eran accesibles cuando nosotros hicimos la visita. La espectacularidad del Caserío de Masca encaramado en la cresta de una montaña y rodeada de profundos barrancos, un lugar aislado, tranquilo y adaptado al entorno; el faro de Punta de Teno que tiene el acceso regulado y al que llegamos con la noche encima y apenas pudimos disfrutar del entorno.

Todos estos lugares representan pequeñas pinceladas que en su conjunto construyen una imagen más completa de la isla de Tenerife.

La Orotava

Nuestra visita a esta villa comenzó en la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción que tiene sus orígenes en el siglo XV pero los terremotos de la erupción del volcán Güímar dañaron su estructura entre 1704-1705, fue reconstruida años más tarde y más recientemente ha recibido una profunda reforma. La fachada del templo es de estilo barroco y es una de las más representativas de las islas, en su interior destaca su elegante cúpula por la colorida luz que filtra en el crucero del templo.

Siguiendo las indicaciones que nos dieron en la Oficina de Información Turística de La Orotava, subimos por detrás del templo hacia uno de los molinos de agua donde se elabora el gofio, harina que se obtiene moliendo el grano tostado de maíz, trigo, cebada o la mezcla de ambos, que es uno de los elementos más importantes en la gastronomía canaria.

Más adelante nos encontramos con la Casa de los Balcones que alberga un centro de artesanía local, donde destaca su balcón corredor, justo en frente está la Casa del Turista que principalmente es una tienda de souvenirs pero que posee una representación de las famosas alfombras de La Orotava, realizadas con flores y arena volcánica del Teide sobre las calles de la villa durante la festividad del Corpus.

Subiendo la calle llegamos hasta los Lavaderos de San Francisco, espacio del siglo XVI que fue recuperado para servir de ejemplo patrimonial del oficio de lavandera y de los usos del agua que discurría para abastecer el funcionamiento de los molinos.

Nuestra siguiente parada es el pequeño jardín botánico conocido como La Hijuela, delimitado por una interesante verja de hierro fundido donde destacan especies vegetales autóctonas y otros exóticos especímenes. Cruzando la calle están los Jardines Victoria ahora de propiedad municipal pero anteriormente formaban parte de la mansión del Marquesado de la Quinta Roja. En el alto de este conjunto de terrazas ajardinadas se alza un mausoleo masónico promovido por la marquesa para albergar los restos mortales de su hijo Diego de Ponte del Castillo, al que la iglesia católica en un primer momento negaba sepultura por su pertenencia a la masonería, aunque finalmente nunca fue utilizado.

Para finalizar nos desplazamos hasta el Centro de Visitantes Telesforo Bravo del Parque Nacional del Teide, dentro de este moderno edificio encontramos un centro de interpretación que acoge una exposión interactiva sobre la isla de Tenerife desde la perspectiva física e histórica, a través de la mirada de ilustres viajeros que la visitaron.

Buenavista del Norte

Llegamos a la localidad por la buenas referencias que nos habían dado de uno de los restaurantes de la zona, donde se comía bien y económico. Mientras esperábamos para comer, había una larga lista de espera, nos decidimos a acercarnos al centro del pueblo, paseando llegamos hasta la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios y dirigimos nuestros pasos hacia el norte, donde nos encontramos con una carretera que daba acceso a la Playa de los Barqueros, caminando entre fincas de plataneros llegamos hasta la supuesta playa donde no hay ni rastro de arena y una rampa de hormigón sirve para que los pescadores puedan resguardar sus barcas, obviando estos detalles el entorno no deja de ser llamativo. Un sendero nos devuelve al pueblo bordeando el perímetro de un campo de golf diseñado por Severiano Ballesteros y que convierte el entorno en un jardín del Edén.

Desde Buenavista parte la carretera que da acceso a Punta de Teno, los vehículos privados tienen limitación horaria para realizar el recorrido, por lo cual, la mejor opción es utilizar la línea de autobús, aquí llamados guagua.

Playa de las Teresitas

Nos encontramos en una playa de dorada y fina arena de aguas tranquilas… pero tiene truco, se trata de una playa transformada artificialmente. En la década de 1970 se trajo arena del desierto del Sáhara para cubrir y ampliar una playa existente de arena negra de origen volcánico, además se creó un arrecife artificial acumulando rocas de grandes dimensiones que actúan como rompeolas y evita las fuertes corrientes existentes.

Es importante señalar que la playa tiene un escalón a unas decenas de metros de la orilla, que es donde se corta la arena artificial. Además, el pez ángel (Squatina squatina), una especie en peligro de extinción, utiliza los fondos arenosos de la playa como lugar de cría por lo que se recomienda el acceso al mar arrastrando los pies para no pisar los alevines de estos inofensivos escualos.

Por lo demás la playa cuenta con todo tipo de servicios: Socorristas, duchas, aseos, vestuarios, casilleros, zona de aparcamiento… Con la posibilidad de poder alquilar material para actividades acuáticas como surf de remo o kayak.